El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se pronunció este domingo sobre el tiroteo ocurrido en una parroquia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en Grand Blanc, Michigan. Trump calificó el suceso como “horrendo” y señaló que podría tratarse de “otro ataque dirigido a los cristianos en el país”. A través de su cuenta en Truth Social, Trump informó que el FBI asumió la investigación federal y está brindando apoyo total a las autoridades estatales y locales. Confirmó que el sospechoso fue abatido en el lugar, pero advirtió que “aún queda mucho por aprender” sobre el caso.
El texto original de este artículo de la Agencia Quadratín.